sábado, 15 de noviembre de 2014

El Soplido de DIOS


El soplido de DIOS, es de victoria porque cuando obtenemos lo que le hemos pedido demasiado se siente una brisa estupenda, que viene cargada con ráfagas de alegría que nos hacen sonreír, y congelan las tristezas, angustias y estresores.



Es un soplido de advertencia de que algo puede pasar como consecuencia de nuestras acciones, que algo puede afectarnos y que puede alejarnos de Él, y cegarnos el camino de retorno.




Pero no temas sí has caído y no tomaste la advertencia, pues el suplido de DIOS es también de perdón y ese soplido es el que mueve a los corazones perdidos de nuevo hacia Él.



¿Cuántas veces no hemos decidido hacerle caso a sus advertencias y hemos actuado incorrectamente? Pues muchas, a veces confundimos el soplido de DIOS con un huracán, que nos atrapa y nos encierra en su centro imposibilitando la salida, pero DIOS no nos desamparará. Definitivamente somos semejantes a Él, no iguales, porque seguramente muchos de nosotros hemos cerrado los brazos a las personas que amamos por haber cometido un error, porque seguramente hemos desamparado o despreciado a alguien por algún prejuicio, porque seguramente hemos jugado a ser DIOS y hemos fallado (obviamente) en el intento.


Pero DIOS, nunca cierra sus brazos, no juzga y es el único. El soplido de DIOS es su amor que se esparce por el viento y nos regocija en toda clase de momentos. Así que animémonos a sentir el Soplido de DIOS.